INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS SOBRE EPISTEME VISUAL.
Alberto Castrillón
Profesor asociado
Universidad Nacional de Colombia sede Medellín.
Las representaciones urbanas de la vida ciudadana en lo que respecta al consumo, a la producción, a lo lúdico y a lo académico son eficaces cuando producen visualidades seductoras. El logos visual metafórico es la máquina dominante en las formas de producción de sentido contemporáneo. Nuestro universo preindividual se configura según la comunicación visual de las pantallas del celular, de la televisión, del computador, del video beam. Sin embargo, no tenemos una relación de saber con estas nuevas gramáticas visuales ni con su constitución técnica. El logos visual aparece así como un universo mítico religioso y nuestra relación deíca con él anula la posibilidad de intervención creativa. Es más, no sabemos ver lo que vemos puesto que ese ver no suscita una intervención visual creativa. Es decir, no hay transmisión sino simple consumo pasivo de un sentido avasallador. Es por esto que lo visual está generando una sociedad de la espera. Esperamos que acontezca algo en las pantallas digitales para que la emoción vuelva a nuestros sentidos anestesiados. Las estesias visuales solo se pueden producir en un devenir sentido con lo visual que solamente se puede constituir entendiendo las formas de funcionamiento del planeta visual moderno y contemporáneo. El ver es hoy en día condición de posibilidad del hacer y del decir. La primacía actual de las visibilidades sobre las enunciaciones exige la construcción de un aparato heurístico sin el cual no solo ya no somos actuales en términos de lógicas del sentido sino que tampoco somos pertinentes en relación a las lógicas sociales. Este grupo parte entonces de un problema que se constituye en el desfase presente en nuestra relación con un saber académico que poco sabe acerca de las producciones reales de sentido social. El sentido visual del mundo social es posible entenderlo pero no desde un logos que no entienda las formas de comunicación, transmisión, información y virtualización sino desde una nueva postura intelectual que aborde el desafío de entrar al planeta visual para devenir algo que no ha podido pensar y que no ha podido ser porque ha anclado su pensamiento en una forma de ser que hoy no tiene sentido ontológico porque la actualidad real funciona multiplicando las mediaciones que desenraízan al ser logo céntrico haciéndolo devenir mutante ubicuo. Estar en muchas partes a la vez y jugar con muchos sentidos mediados al mismo tiempo es una mutación real que nuestro presente técnico nos brinda y que tenemos la obligación ética de entender y de hacer comprender.
Alberto Castrillón
Profesor asociado
Universidad Nacional de Colombia sede Medellín.
Las representaciones urbanas de la vida ciudadana en lo que respecta al consumo, a la producción, a lo lúdico y a lo académico son eficaces cuando producen visualidades seductoras. El logos visual metafórico es la máquina dominante en las formas de producción de sentido contemporáneo. Nuestro universo preindividual se configura según la comunicación visual de las pantallas del celular, de la televisión, del computador, del video beam. Sin embargo, no tenemos una relación de saber con estas nuevas gramáticas visuales ni con su constitución técnica. El logos visual aparece así como un universo mítico religioso y nuestra relación deíca con él anula la posibilidad de intervención creativa. Es más, no sabemos ver lo que vemos puesto que ese ver no suscita una intervención visual creativa. Es decir, no hay transmisión sino simple consumo pasivo de un sentido avasallador. Es por esto que lo visual está generando una sociedad de la espera. Esperamos que acontezca algo en las pantallas digitales para que la emoción vuelva a nuestros sentidos anestesiados. Las estesias visuales solo se pueden producir en un devenir sentido con lo visual que solamente se puede constituir entendiendo las formas de funcionamiento del planeta visual moderno y contemporáneo. El ver es hoy en día condición de posibilidad del hacer y del decir. La primacía actual de las visibilidades sobre las enunciaciones exige la construcción de un aparato heurístico sin el cual no solo ya no somos actuales en términos de lógicas del sentido sino que tampoco somos pertinentes en relación a las lógicas sociales. Este grupo parte entonces de un problema que se constituye en el desfase presente en nuestra relación con un saber académico que poco sabe acerca de las producciones reales de sentido social. El sentido visual del mundo social es posible entenderlo pero no desde un logos que no entienda las formas de comunicación, transmisión, información y virtualización sino desde una nueva postura intelectual que aborde el desafío de entrar al planeta visual para devenir algo que no ha podido pensar y que no ha podido ser porque ha anclado su pensamiento en una forma de ser que hoy no tiene sentido ontológico porque la actualidad real funciona multiplicando las mediaciones que desenraízan al ser logo céntrico haciéndolo devenir mutante ubicuo. Estar en muchas partes a la vez y jugar con muchos sentidos mediados al mismo tiempo es una mutación real que nuestro presente técnico nos brinda y que tenemos la obligación ética de entender y de hacer comprender.